En la era digital, la inteligencia artificial (IA) ha comenzado a jugar un papel transformador en numerosos sectores, como por ejemplo ya tratábamos en un artículo anterior sobre el turismo , veamos que la educación no es una excepción.
Con la capacidad de personalizar el aprendizaje y proporcionar herramientas dinámicas para estudiantes y educadores, la IA ofrece promesas significativas para enriquecer tanto la enseñanza como ese aprendizaje. Sin embargo, existe un desafío crucial: asegurar que su integración en el aula fomente el desarrollo cognitivo, evitando la atrofia y/o el sedentarismo cognitivo.
Entendiendo la Inteligencia Artificial en la Educación
La inteligencia artificial en el contexto educativo abarca desde sistemas adaptativos que personalizan el material de aprendizaje hasta plataformas que proporcionan retroalimentación instantánea y asistencia tutorizasa. Estas herramientas pueden adaptarse a las necesidades y ritmos de aprendizaje individuales, facilitar el acceso a un vasto abanico de recursos y optimizar la evaluación mediante análisis detallados del rendimiento estudiantil.
Definiendo Atrofia y Sedentarismo Cognitivo
La atrofia cognitiva se refiere a la disminución de la capacidad de pensar de manera crítica y resolver problemas de forma independiente, un riesgo inherente cuando los estudiantes se vuelven meros receptores de información. Por su parte, el sedentarismo cognitivo alude a la falta de iniciativa por aprender activamente, una posible consecuencia del uso excesivo y no crítico de herramientas tecnológicas. Por ejemplo, depender de respuestas generadas por IA sin intentar entender el razonamiento subyacente puede fomentar estos fenómenos negativos.
Estrategias para Educadores
Para contrarrestar estos riesgos, los educadores pueden implementar estrategias que promuevan el uso crítico y reflexivo de la IA. Por ejemplo, se puede animar a los estudiantes a utilizar sistemas de tutoría virtual no solo para obtener respuestas, sino como un punto de partida para investigaciones más profundas y discusiones en clase. Además, los proyectos que combinan el uso de IA con la investigación y creatividad estudiantil pueden fomentar un aprendizaje activo y comprometido.
Ejemplos Prácticos de Inteligencia Artificial en la Educación
La integración de la IA en la enseñanza no se limita a facilitar respuestas o correcciones, sino que también puede ser un punto de partida para ejercicios que fomenten la reflexión, el análisis y la toma de decisiones informadas por parte de los estudiantes. De este modo, la tecnología se convierte en un aliado para entrenar habilidades esenciales en el siglo XXI, preparando a los alumnos para interactuar de manera crítica y consciente con las herramientas digitales. A continuación se describen algunos ejemplos prácticos que los docentes pueden utilizar en sus clases para integrar la inteligencia artificial de forma efectiva y creativa:
- Prepararse un tema con Inteligencia Artificial: De muchos es conocido que enseñando se aprende, yo diría que es una de las mejores formas , por ello sería interesante planificar que el alumno prepararse y presentara un tema, utilizando herramientas de IA, que luego tenga que compartir y explicar con sus compañeros.
- Lenguas extranjeras: En el contexto de una clase por ejemplo de inglés, cada estudiante debe escribir un párrafo en inglés sobre un tema asignado. Se le explica, una vez completada esa tarea, cómo pueden utilizar p.e Chatgpt, donde sus párrafos desarrollados y solicitara correcciones y sugerencias. La herramienta, analizará cada texto y propondrá mejoras gramaticales, ortografía, de estilo y coherencia.A posteriori puede ser comparado con el párrafo de escritura propia, identificar y reflexionar sobre cada cambio sugerido, evaluando si mejora o no el texto original. Todo ello permitirá a los estudiantes entender mejor la lengua inglesa y desarrollar un pensamiento crítico y escéptico hacia las correcciones generadas por la IA.
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Historia y Análisis de Fuentes: En una clase de historia, se puede pedir a los alumnos que utilicen una herramienta de IA para analizar la veracidad y el sesgo en diferentes fuentes históricas. Después de recibir la evaluación de la IA, los estudiantes deben comparar su propio análisis con el proporcionado por la herramienta, debatiendo sobre las discrepancias y aprendiendo a cuestionar críticamente la información.
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Matemáticas y Resolución de Problemas: En matemáticas, se puede desafiar a los estudiantes a resolver complejos problemas matemáticos y luego verificar sus soluciones con un software basado en IA. Posteriormente, los estudiantes analizarán las soluciones propuestas por la IA, identificando y discutiendo los métodos y procesos utilizados, lo que les ayuda a entender diferentes enfoques y estrategias de resolución.
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Ciencias y Experimentación Virtual: En una clase de ciencias, los estudiantes pueden llevar a cabo experimentos virtuales asistidos por IA. Tras obtener los resultados, se les pide que los comparen con los experimentos realizados físicamente en clase, analizando cualquier diferencia o inconsistencia y discutiendo posibles razones para estas, lo que estimula la comprensión y el pensamiento crítico.
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Arte y Crítica Creativa: En una asignatura de arte, los estudiantes podrían utilizar una herramienta de IA para generar obras de arte basadas en ciertos parámetros estilísticos. Luego, se les invita a comparar estas creaciones con obras humanas y a reflexionar sobre la creatividad, la expresión y la emoción en el arte, fomentando una discusión sobre el valor y el significado de la creatividad humana frente a la generada por la IA.
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Ética y Debate: En clases de ética o filosofía, los estudiantes pueden utilizar sistemas de IA para explorar escenarios éticos complejos, recibiendo diferentes perspectivas y soluciones sugeridas por la IA. Posteriormente, deberán analizar y debatir estas soluciones, comparándolas con su propio razonamiento ético y moral, lo que promueve habilidades de pensamiento crítico y reflexión profunda.
Teniendo todo lo anterior presente debemos considerar integrar la IA en cualquier práctica docente y pedagógica, de manera que enriquezcan la experiencia de aprendizaje y fomenten un enfoque activo y crítico por parte de los estudiantes para que se cuestionen todo lo que sale de ella. Enseñarles que la IA busca, en determinados casos, atributos que el ojo humano no ve, e igualmente nos propone ideas o respuestas que podemos analizar si nos son interesantes y si así fuera quedárnoslas.
Conclusión
La integración de la IA en la educación presenta una oportunidad excepcional para enriquecer la experiencia de aprendizaje. Sin embargo, es fundamental que su implementación se oriente a promover un enfoque activo y reflexivo, evitando la dependencia y la pasividad que podrían conducir a la atrofia y el sedentarismo cognitivo. Los educadores juegan un papel crucial en este proceso, guiando a los estudiantes para que utilicen la tecnología de manera que complemente y potencie su desarrollo cognitivo y creativo. Pero para ello esos educadores primero deben descubrir y conocer profundamente la IA y sus usos, ¿estarán preparados y motivados para ello?