En la era digital, la identidad de una persona trasciende los límites físicos para establecerse en el vasto mundo de Internet. Con la creciente digitalización de servicios, la necesidad de autenticar nuestra identidad de manera segura y eficiente es más crucial que nunca. Este artículo profundiza en diferentes ejemplos de identidades digitales que están siendo implantados o se implantarán próximamente.
La Identidad Digital Europea (eIDAS2)
El eIDAS2 de la Unión Europea, ya tratado en profundidad en un artículo anterior, representa un salto evolutivo en el ámbito de la identificación digital en Europa. Surgido como una revisión del Reglamento eIDAS original, busca proporcionar una solución unificada y segura para la identificación digital y los servicios de confianza a lo largo de la Unión Europea. Este sistema permitirá a los ciudadanos y empresas europeas acceder a servicios en línea con una única identidad digital, facilitando desde la apertura de cuentas bancarias hasta la realización de trámites administrativos en cualquier estado miembro. Hasta ahora cada estado miembro, en mayor o menor medida ha ido implementando sus propias «identidades digitales», en España por ejemplo, se ha utilizado el DNI Electrónico y/o el Certificado Digital pudiendo realizar con ellos multitud de trámites y gestiones con las administraciones publicas y privadas y la posibilidad de firmar electrónicamente.
Entonces qué hace «mejor» al eIDAS2, básicamente se fundamenta en que este se centra en la interoperabilidad y seguridad, garantizando que las identidades digitales sean aceptadas a través de fronteras nacionales. El desafío por parte de la Unión Europea radica entonces en , la implementación uniforme entre los países miembros, marcándose como objetivo dentro de la Agenda 2030 conseguir que al menos un 80% de los ciudadanos dispongan de ella. Ello evidentemente enfrentándose a desafíos significativos, como ya veremos a continuación.
AADHAAR en la India
AADHAAR representa el sistema de identificación biométrica más grande a nivel mundial, proporcionando una identidad única, verificable digitalmente, a más de mil millones de ciudadanos indios . Este número de identificación de 12 dígitos está vinculado a datos biométricos y demográficos, facilitando el acceso a una variedad de servicios gubernamentales y no gubernamentales.
Desde la apertura de cuentas bancarias hasta la recepción de subsidios gubernamentales, AADHAAR es una puerta de acceso a numerosos servicios esenciales. Su implementación ha simplificado procesos administrativos y aumentado la inclusión financiera en toda la India, siendo utilizada por un gran número de ciudadanos indios ( ver dashboard de implantación).
A pesar de sus beneficios y al igual que ocurre con el eIDAS2 , AADHAAR ha enfrentado críticas y preocupaciones legales, especialmente la posibilidad de vigilancia y el riesgo de filtración de datos son temas de debate en curso.
Otras Identidades Digitales alrededor del Mundo
Más allá de eIDAS2 y AADHAAR, existen varias iniciativas notables alrededor del mundo. En otros países como Singapur utilizan el Singpass que igualmente permite a los ciudadanos acceder a más de 200 servicios gubernamentales en línea, mientras que BankID en Suecia es utilizado por prácticamente toda la población para una variedad de servicios digitales. En América Latina, países como Argentina y México están avanzando hacia la implementación de DNI electrónicos, buscando mejorar la seguridad y accesibilidad de los servicios públicos.
Inconvenientes y desconfianzas ante las identidades digitales.
A pesar de las ventajas evidentes en términos de eficiencia y accesibilidad, existen varios inconvenientes y motivos de desconfianza por parte de los usuarios que son importantes considerar:
- Preocupaciones sobre la Privacidad y la Seguridad de los Datos: La centralización de datos personales aumenta el riesgo de violaciones masivas de la privacidad y el robo de identidad. Los usuarios pueden dudar de la capacidad de los sistemas de identidad digital para proteger eficazmente sus datos personales contra accesos no autorizados o hackers.
- Falta de Control sobre la Información Personal: Los usuarios pueden sentir que pierden control sobre su propia información. En sistemas de identidad digital como eIDAS2, los datos están gestionados por entidades gubernamentales o terceros, lo que puede generar preocupaciones sobre quién tiene acceso a la información y cómo se utiliza.
- Exclusión Digital: No todos los ciudadanos tienen el mismo nivel de acceso a la tecnología necesaria para utilizar identidades digitales. La brecha digital puede excluir a individuos de edad avanzada, a aquellos en regiones rurales o a personas con menos recursos económicos, quienes podrían no tener acceso fácil a internet o a dispositivos compatibles.
- Complejidad y Usabilidad: La implementación de sistemas de identidad digital puede ser percibida como compleja y poco intuitiva para algunos usuarios. La necesidad de recordar múltiples contraseñas o manejar tokens de seguridad puede resultar en una experiencia de usuario frustrante, especialmente para aquellos menos familiarizados con la tecnología digital.
- Dependencia de Tecnología y Fallos del Sistema: La dependencia de la infraestructura tecnológica implica que fallos en el sistema pueden llevar a la inaccesibilidad de servicios esenciales. Problemas técnicos, desde caídas del sistema hasta mantenimientos, pueden impedir el acceso a servicios críticos, causando inconvenientes significativos.
- Desconfianza en las Entidades Gubernamentales y Corporaciones: Algunos usuarios pueden ser reticentes a compartir información personal con el gobierno o entidades corporativas debido a preocupaciones sobre el uso indebido de datos, incluyendo la vigilancia o el seguimiento sin consentimiento.
- Cuestiones Legales y Regulatorias: La evolución de las leyes de privacidad y protección de datos, como el RGPD en Europa, plantea constantes desafíos para mantener los sistemas de identidad digital en conformidad. Los usuarios pueden estar preocupados por cómo cambios en la legislación podrían afectar la seguridad y privacidad de sus datos personales.
Conclusión
Para superar estos inconvenientes y aumentar la confianza en los sistemas de identidad digital tal como eIDAS2, que pronto tendremos que aceptar y empezar a utilizar, es esencial implementar sólidas medidas de seguridad, garantizar la transparencia en el manejo de datos, mejorar la usabilidad y accesibilidad de los sistemas, y fomentar la educación digital entre todos los usuarios. Al abordar proactivamente estas preocupaciones, se puede avanzar hacia una adopción más amplia y una mayor confianza en las identidades digitales como herramientas fundamentales en nuestra sociedad digital. ¿Conseguirá Europa logra su objetivo del 80% de su población con Identidad Digital para 2030?