Las primeras cuatro décadas de Internet nos trajeron el correo electrónico, la World Wide Web, las puntocom, las redes sociales, la web móvil, el Big Data, la computación en la nube y los inicios del Internet de las cosas, pasando por la inteligencia artificial. En los últimos años hemos visto una reconversión de la internet de la información a la internet de valor, gestada a través de nuevas tecnologías y conceptos como Blockchain, que están evolucionando a pasos agigantados y que cambiará la forma en la que podamos compartir y gestionar el valor de los activos o bienes digitales, sin necesidad de depender de una entidad central de confianza, que centralice el proceso que se está llevando a cabo, pudiendo ser este una compra, o una venta o cualquier transacción como un contrato o muchas otras que se irán incorporando.
Pero definamos más profundamente lo que es Blockchain. Podríamos decir que parte de un invento ingenioso y bastante elaborado, el Bitcoin o primera criptomoneda conocida, creado por una o varias personas (aún se desconoce quién o quienes) , aunque su cuño se le asigno a un individuo con el seudónimo, Satoshi Nakamoto, siendo este objeto de múltiples investigaciones para determinar su verdadera identidad. El 31 de Octubre de 2008, este individuo(s) publicó su famoso white paper , introduciendo el concepto del sistema de pago electrónico per to per ( P2P) llamado Bitcoin. Para hacerlo posible se lanzó unos meses más tardes, el 3 de enero de 2009, la blockchain, cuyos mecanismos la pondrían en marcha y que constituye la que ya es conocida como la Blockchain de Bitcoin.
Es importante entender por qué Bitcoin y Blockchain no es la misma cosa. Para que podamos ver la diferencia pongamos como ejemplo el siguiente:
- La Blockchain (o cadena de bloques) es como el libro contable de una empresa (su libro diario), en él se registrarán todos los movimientos financieros.
- El Bitcoin, es el dinero en la empresa, y siendo así deben de estar registradas en su libro diario sus entradas y salidas.
Según lo anterior, el Bitcoin existe dentro de la Blockchain, mientras que el blockchain es la tecnología que permite al Bitcoin existir. Luego entonces sin Blockchain, no habría Bitcoin. Pero sin Bitcoin, podría haber Blockchain, de hecho hay otros, ya que el Bitcoin no es la única aplicación que tiene la Blockchain.
Es frecuente que nos empantanemos por la complejidad tecnológica al tratar de entender blockchain, pero su concepto básico intrínseco es simple y universal. Tenemos datos e información a la que no queremos que se acceda, copie o manipule, no obstante en internet existe la posibilidad de que sea pirateada o modificada. Blockchain nos da una constante, una base que sabemos que no cambiará una vez que le agreguemos algo y en la que solo se verificará una transacción si esta sigue las reglas.
Blockchain constituye hoy en día, la columna vertebral de este nuevo tipo de internet. Originalmente ideado para la criptomoneda Bitcoin, en la actualidad la comunidad tecnológica le está encontrando otros usos potenciales. Si profundizamos un poco en la definición, lo podríamos hacer desde tres puntos de vistas o definiciones:
- Según la definición técnica, sería una base de datos distribuida para realizar transacciones.
- Según la definición de negocio, es una red de intercambio para mover valor entre pares sin intermediarios.
- Según la definición legal, constituye un mecanismo de validación de relaciones e interacciones que no requiere asistencia de intermediarios.
Si unimos esas tres definiciones llegamos a la conclusión de que Blockchain es una tecnología que permite interactuar o intercambiar valor entre dos o más intervinientes sin necesidad de confianza e intermediario. Permite certificar información de forma inmutable, así como intercambiar tokens de un punto a otro sin intermediarios, siendo estos una representación de valor dentro de la blockchain y pudiendo ser este valor , virtual o referenciado del mundo físico.
Las campos o materias en los que se puede aplicar blockchain incluyen desde la generación y distribución de energía, recaudación de fondos, votación electrónica, gestión de identidades a través de una ID para todas las funciones de su vida, registros públicos y un largo etc, siendo las oportunidades para aplicaciones innovadoras infinitas.
Para explicarlo con un caso de uso en concreto y mostrar por qué se considera una red descentralizada, describamos primero un sistema centralizado con el que estamos familiarizados. Supongamos que vamos a utilizar nuestra tarjeta de crédito, ¿cuantos intermediarios involucrados en el cumplimiento de esta tarea podríamos enumerar?. Por una parte está quien utiliza la tarjeta de crédito, en el medio estará, la red emisora de tarjetas de crédito ( ej: Visa, Mastercard, etc.), el banco que emite la misma, tenemos el intercambio en si y en el otro extremo estará el banco del comercio donde vamos a comprar y finalmente el comercio . Ahora comparemos esto con un sistema, donde los pares puedan realizar transacciones directamente entre sí, independientemente de dónde se encuentren y de si se conocen o no. Las funciones de los intermediarios se trasladan a la infraestructura del blockchain. Pero cómo establecemos realmente la confianza entre los pares, en un sistema descentralizado. La respuesta es que se cuenta con un proceso que valida, verifica y confirma las transacciones, registrando cada una de las mismas en un libro mayor distribuido de bloques, constituyendo un registro inviolable sobre los mismos, todo ello a través de la implementación de un consenso para el acuerdo sobre cada bloque añadido a la cadena. Por tanto, la validación, la verificación, el consenso y la grabación inmutable conducen a la confianza y seguridad de la cadena de bloques. Otro caso de ejemplo de la aplicación de Blockchain, ya tratado por mi parte y sobre el que puedes leer, sería su introducción en la comunidad universitaria.
Blockchain todavía está en su infancia. Antes de que veamos una adopción de esta tecnología a nivel generalizado, pasará algo de tiempo en el que mucho sucederá, ya que se deberá de contar con aprobaciones de gobiernos, solventar obstáculos legales y regulatorios para que su uso se extienda a la banca, la identidad, los registros o cualquier otra cosa que requiera documentación oficial y que actualmente se ejecuta en sistemas gubernamentales, en los que aunque parezca mentira en el 2019, algunos aún se realizan en papel. Para aquellos que se pregunten si Blockchain es una simple moda más, les diría que analizaran datos y vieran en qué se están invirtiendo grandes sumas de dinero por parte de grandes corporaciones y empresas. Si tienen curiosidad al respecto, les recomiendo leer una encuesta de Deloitte, publicada en diciembre de 2016, en las que el 28% de los 308 encuestados, informaba que sus compañías habían invertido 5 o más millones de dólares en tecnología de blockchain y un 10% lo habían hecho por importes entre 10 o más millones de dólares.
Para finalizar, creo que es una materia que hay que potenciar, ya que está claro que existe una gran necesidad de pensadores, diseñadores, desarrolladores e incluso críticos, que puedan imaginar y crear nuevos modelos de aplicaciones que beneficiarán al mundo, así que si tienes ganas, la Blockchain te espera.