La inteligencia artificial (IA) está transformando el mundo de maneras que apenas comenzamos a comprender. Aunque sus aplicaciones prometen avances impresionantes, también presentan peligros significativos que deben ser abordados con seriedad y precaución. En este artículo, exploraremos tres de estos peligros críticos de la Inteligencia Artificial: el uso de Deep Fakes, el impacto en el empleo y los riesgos existenciales, además de proponer soluciones para mitigarlos, soluciones que quizás en estos momentos ni siquiera imaginemos pero que pueden convertirse en realidad.
Deep Fakes: La Amenaza de la Desinformación
Los Deep Fakes son una de las aplicaciones más alarmantes de la IA. Esta tecnología permite la creación de videos y audios falsos pero increíblemente realistas, que pueden poner palabras en la boca de cualquier persona y hacer que parezca que alguien hizo o dijo algo que nunca ocurrió. La accesibilidad y el poder de esta tecnología representan un peligro significativo para la sociedad.
El problema con los Deep Fakes es que pueden ser utilizados para difundir desinformación, manipular la opinión pública y dañar la reputación de individuos y organizaciones. Para contrarrestar esta amenaza, se están desarrollando varias soluciones. Una de las más prometedoras es el uso de marcas de agua digitales por parte de las compañías que crean contenido generado por IA. Estas marcas de agua ayudarían a verificar la autenticidad de los videos y audios, facilitando la identificación de los Deep Fakes y siendo etiquetados automáticamente cuando estos son compartidos por ejemplo en Redes Sociales. Además, es crucial establecer leyes que penalicen su creación y distribución malintencionados. Hacer de esto un delito penable que pudiera llevarte a la cárcel, tal y como se hace cuando falsificas billetes de curso legal, podría disuadir a quienes consideren usar esta tecnología para propósitos nefastos.
Impacto en el Empleo: Transformación y Desafíos
La IA está cambiando radicalmente el mercado laboral. La automatización de tareas repetitivas y el uso de algoritmos avanzados pueden mejorar la eficiencia y productividad, pero también ponen en riesgo numerosos empleos. Muchas empresas, al adoptar la IA, pueden reducir significativamente su fuerza laboral, ya que las máquinas pueden realizar el trabajo de manera más eficiente y a menor costo.
Para mitigar el impacto de la IA en el empleo, es esencial implementar estrategias de reentrenamiento y educación continua para la fuerza laboral. Los trabajadores deben ser capacitados en habilidades que complementen la IA, en lugar de competir con ella. Otras políticas de apoyo social y más lejanas pero que podrían convertirse en realidad serían la renta básica universal, pudiendo proporcionar estas una red de seguridad para aquellos desplazados por la automatización. Incluso no es de extrañar que se aplique un impuesto a aquellas empresas que utilicen la Inteligencia Artificial, y dado que son más productivos en base a ella y han eliminado puestos de trabajo paguen por ello. Fomentar la creación de nuevos empleos en sectores emergentes y promover el emprendimiento también puede ayudar a absorber a los trabajadores desplazados.
Riesgos Existenciales: La Superinteligencia
El riesgo más profundo y potencialmente catastrófico de la IA es la posibilidad de desarrollar una superinteligencia. Esta sería una IA que no solo iguale, sino que supere la inteligencia humana, y actúe de maneras que podrían ser impredecibles y potencialmente peligrosas, en un artículo anterior la llegué incluso a comparar con la bomba atómica. Una superinteligencia podría desarrollar objetivos que no estén alineados con los intereses humanos, lo que podría llevar a consecuencias devastadoras. Pensemos que Einsten tenía un coeficiente intelectual de 160, figurémonos que esa superinteligencia está por encima de 1000 y se convierte en una alienación de la sociedad.
Para abordar los riesgos existenciales de la IA, es fundamental establecer regulaciones globales que guíen el desarrollo y uso de la superinteligencia, en la actualidad es Europa la que se ha dedicado a regular, quedándose lastrada poco a poco por este motivo en desarrollo e innovación con respecto a las grandes potencias, China y Estados Unidos. Estas regulaciones deben incluir estándares éticos y de seguridad rigurosos, así como mecanismos de supervisión y control. La investigación en alineación de IA, que busca garantizar que los objetivos de las IA avanzadas sean compatibles con los valores humanos, es crucial. Además, es necesario fomentar un diálogo global sobre las implicaciones éticas y filosóficas de la IA, asegurando que su desarrollo beneficie a la humanidad en su conjunto. En cualquier caso fomentar el humanismo digital que llevo tratando en casi todos los artículos escritos, dejando patente la frase estandarte «Nada por encima del ser humano y ningún ser humano por debajo de la tecnología»
Conclusión a los Peligros Críticos de la Inteligencia Artificial
Aunque la inteligencia artificial tiene el potencial de aportar enormes beneficios, es crucial que abordemos sus peligros con la misma seriedad. Los Deep Fakes, el impacto en el empleo y los riesgos existenciales representan desafíos significativos que requieren una atención y regulación cuidadosas. Al implementar soluciones proactivas y equilibradas, como marcas de agua digitales, leyes penales contra el uso malicioso de Deep Fakes, programas de reentrenamiento laboral y regulaciones internacionales, podemos asegurar que la IA se desarrolle de manera que beneficie a la humanidad, minimizando los riesgos asociados con su adopción y uso. ¿Conseguiremos paliar estos y otros peligros críticos de la inteligencia artificial?