Esta semana me he topado con dos empresarios dentro del mundo de la hostelería y turismo que querían innovar en sus negocios, la competencia feroz les come y necesitan ponerse las pilas y coger carrerilla para situarse nuevamente en las posiciones que les debería de corresponder por haber sido de los primeros en ocupar un nicho de mercado, en el que nadie antes se había parado a pensar, no obstante esto último no es garantía de nada, si no se trabaja con ainco por seguir en esa posición. También pensar que una estrategia digital, muchas veces, salvo que el producto o servicio se ofrezca 100% online, empieza por una buena estrategia offline. Este post pretende reflejar los diez pasos o claves, que en base a mi opinión, deberían de ser tenidos en cuenta en el desarrollo de una estrategia digital, aunque también podría servir para estrategias offline, para tener las mayores posibilidades de éxito. Si te fijas, el secreto principal está en enfocarnos en nuestros clientes. Detallemos entonces los 10 puntos claves :
- Ponernos en el papel de nuestro cliente más exigente. Preguntarnos a nosotros míos qué esperamos encontrar cuando solicitamos nuestro producto o servicios. Muchas veces estamos tan inmersos en el día a día, que llega un momento que nos olvidamos realmente de la esencia de lo que ofrecemos, de cómo inicialmente nos gustaba hacer las cosas, es en este momento cuando debemos de parar y cuestionarnos ¿qué estamos haciendo? ¿Cómo lo estamos haciendo? y si fuéramos nuestros clientes … ¿realmente nos gustaría ese qué y cómo?.
- Profundizar e investigar en las necesidades de nuestros clientes y el cómo podemos cubrirlas.Si no lo hacemos nosotros lo hará otro, así que lo importante es detectarlas cuanto antes
- Preguntar a nuestros propios clientes qué mejorarían del servicio o producto que ofrecemos. Parece mentira pero pocas veces se hace esto, cuando son ellos nuestra mayor fuente de información y recordar que la información es poder.
- Comparar lo que ofrecemos con la percepción que tiene ese cliente en cuanto a cómo debería de ser ese producto o servicio. Encontraremos de esa manera aquellos aspectos que tenemos que mejorar o limar para ajustarnos a lo deseado.
- Pensar en maneras de cómo ajustarnos a esa percepción, quizás incluso cambiando nuestro modelo de negocio si fuera el caso y adaptándolo a las nuevas necesidades. No debemos de tener miedo de cambiar, seguramente el cambio nos ayudará a posicionarnos y a encontrar nuevamente el hueco que habíamos perdido u otro mejor.
- Definir nuestra estrategia global en base a lo que tenemos que mejorar o cambiar. Dentro de la misma establecer nuestros objetivos, estrategias y acciones. Recordar que deberíamos dentro de las segundas (estrategias) definir cuatro vertientes , atracción ( ¿cómo vamos a hacer que el perfil de cliente que necesitamos para nuestro negocio nos visite), seducción ( cómo vamos a crear interés en él y captar su atención) , conversión ( qué supone que ese cliente convierta y cómo lo vamos a motivar para que lo haga) y retención ( pensar en la manera de que vuelva una y otra vez y por supuesto que vuelva a convertir).
- Establecer nuestros KPIs o métricas de seguimiento para tener una perspectiva de lo conseguido y lo que nos resta por conseguir, herramientas estas primordiales para no perder el norte y saber que la inversión en tiempo, en dinero o en recursos está siendo correctamente empleada o quizás no, con lo cual debemos activar las alertas necesarias.
- Plantearnos según nuestro presupuesto y posibilidades un calendario que podría ser anual, para ir desarrollando cada una de las acciones planteadas y que a pesar de que por diferentes motivos sean estas ejecutadas de forma individual, tengan siempre una finalidad concreta con respecto a un todo ( nuestra estrategia global).
- No bajar la guardia y estar en constante recepción de información, evolución y mejora. Investigar sobre lo que se está haciendo por parte de aquellos que consideramos los mejores de nuestro sector, o de nuestra competencia o de otros que son punteros al otro lado del mundo, todo ello nos nutrirá de ideas para poder desarrollar.
- Nunca olvidarnos de que debemos volver al primer paso cuando lleguemos al décimo. Un proyecto tanto online como offline debe ser algo vivo, en constante evolución y mejora, no nos podemos dormir en los laureles, recuerda el dicho, ciertamente manido por la de años que tiene, pero que en nuestros tiempos y con lo rápido que va todo, cobra mayor importancia , «Innovar o morir».
Personalmente a mi me gusta volver al primero de los pasos, me hace ilusionarme nuevamente, me ayuda a no acomodarme y por supuesto a innovar para no morir.